La filosofía general de las obras va ligado a: El sentimiento de desamparo, desolación y olvido. Ser conscientes de que lo que somos no funciona, y romper con ello para crear un nuevo presente, con nuestras piezas del pasado, para así afrontar un futuro más positivo.
Creando arte con aparatos estropeados, doy una segunda vida al objeto para trasmitir un mensaje que, de otra manera, se desecharía cayendo al olvido. Trascender el mensaje a nivel personal no me es una elección; es una devoción y una pasión digna de ser comprendida y admirada.
No tener miedo al cambio y crear una nueva versión en base a nuestra experiencia pasada, son mis bases para seguir creando y exponiendo. Poder trasmitir este mensaje es mi motivación, es mi pasión.