Camillas y asientos de trabajo de taller

Camillas y asientos de trabajo de taller: todo a mano

Que un vehículo entre al taller con alguna avería y salga renovado y con muchos kilómetros que hacer por delante, implica todo un proceso: primero se deben examinar los daños, después se procede al desmontaje (en su caso), a la reparación o sustitución de piezas y a su preparación para la entrega. En todo ese trabajo no solo es esencial el desempeño del mecánico, sino el equipo y material a emplear, como camillas y asientos de trabajo.

¿Cómo utilizar los asientos y camillas de taller?

La camilla es una herramienta más del taller, una colchón estrecho con una almohadilla para la cabeza, que ofrece el suficiente confort al usuario como para poder completar su tarea sin que sobrevengan molestias en la espalda o en el cuello.

En cuanto al taburete de trabajo de un taller, hablamos de un asiento individual sin brazos ni respaldo para facilitar la movilidad del especialista, también proporcionada por las ruedas giratorias sobre la que se halla.

¿Qué características deben tener estas herramientas?

En las camillas, las más destacables son:

  • Dimensiones: poco varían unos modelos de otros, pues como suele suceder con las herramientas de trabajo, se opta por lo estándar:
    • Camillas: hablamos, por ejemplo, de un largo de 92 cm, un ancho de 44 y un alto de 12, contando las ruedas.
    • Taburete: una medida estándar podría ser la de 45 cm de largo, 44 de ancho y 38 de alto.
  • Carga máxima: atendiendo a lo variado de las constituciones, suelen soportar pesos altos, normalmente hasta 150 kg.
  • Ruedas: al menos 6, y que puedan girar 360 º.
  • Colores: imperan el negro, el rojo y ese azul eléctrico que se asocia con los monos de trabajo del mecánico. Se puede seleccionar en función de los colores corporativos del taller o según lo que se considere menos sufrido a la hora de acaparar suciedad.

Cabe señalar que un mercado como eBay dispone de camillas plegables nuevas y de segunda mano que pueden convertirse en asiento, también útiles para el desempeño de labores de taller.

¿De qué materiales están hechas?

Los asientos y las camillas de taller deben estar hechos en un material confortable, como la espuma para la almohadilla (o el colchón completo) y bien recubiertos por un vinilo que resista a los elementos a los que quedarán expuestos, como el aceite o el disolvente. Estos, además, deben facilitar las labores de limpieza.

La estructura de ambos elementos debe ser de acero, para proporcionar la suficiente robustez.