Mandolinas

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Aprender a tocar

Cada vez más personas adultas se plantean aprender a tocar un instrumento musical, cumpliendo así el sueño que, por diferentes razones, no se pudo realizar en la infancia. Lo primero que se piensa es en los instrumentos tradicionales y después en los instrumentos de moda. Ahora bien, como de vez en cuando salirse de lo obvio produce grandes satisfacciones, hemos pensado en plantearte un instrumento en el que probablemente no habías pensado.

No tan populares, ni conocidas, como guitarras, banjos o ukeleles, las mandolinas son instrumentos musicales de cuerda tradicionales, de la familia de los laúdes, que datan del s. XVI y que, por su reducido tamaño, versatilidad y dulzura de sonido, continúan muy presentes en el imaginario colectivo, encontrándose en formaciones musicales de todo tipo.
Si estás pensando en comprar una mandolina, deberás tener en cuenta ciertos detalles: la anchura del mástil, la distancia entre las cuerdas y el material con que está construido el puente son algunos de ellos. Deberías, además, probarla antes de adquirirla, para asegurarte de que no trastean las cuerdas en ningún punto del mástil, de que su sonido es el que buscas y de que su tacto en la interpretación también se corresponde con tus preferencias.


Inversión a plazo


Además, el presupuesto impondrá sus límites, aunque puedes encontrar mandolinas baratas desde menos de 30€. Eso sí, si deseas un instrumento de calidad profesional, podrás llegar a pagar más de 400€. Todo depende de lo que te desees gastar en el instrumento, naturalmente, pero de entrada te recomendaríamos que apostaras por un ejemplar sencillo con el que practicar y cometer errores, dejando para más adelante una mayor inversión. Claro, que deberás asegurarte de que es lo que buscas y necesitas, porque si adquieres una mandolina de mal sonido o que te resulte incómoda de tocar, acabarás abandonando y, por poco que hayas pagado, no lo amortizarás.

Una vez la tengas en casa, sé paciente. Tocar un instrumento musical, sobre todo si ya estás de lleno en la edad adulta, no es algo que se aprenda de un día para otro. Requerirá paciencia, disciplina y deseos de aprender, además de algo que generalmente no nos sobra: tiempo para dedicarle. Ahora bien, si realmente has tomado la decisión, sólo nos queda darte la enhorabuena: la compañía de un instrumento musical con tantas posibilidades como éste hará que, a partir de ahora, tu vida sea muy diferente. ¡Adelante!