Discos duros para consolas de videojuegos

Cuando los juegos sobrepasan la realidad
Sin duda, las consolas de videojuegos son la base del tiempo libre, y del tiempo en general de muchas personas para las que el gaming resulta un entretenimiento inigualable o una parte importante de sus vidas.
Entre las más populares se encuentran la PlayStation 3 y la Xbox 360, que ofrecen una enorme variedad de videojuegos que cada vez ganan más en complejidad y calidad en todos los aspectos. A esto se suman muchísimos accesorios que añaden emoción a la experiencia de cualquier jugador: los muebles especiales para consolas, auriculares o sensores de movimiento son solamente algunos de los muchos disponibles. Esta creciente complejidad trajo también una dificultad que, para muchos, no estaba prevista en el momento de su lanzamiento, la escasez de almacenamiento.

Discos duros, el límite de almacenamiento de las consolas
La capacidad de las consolas varía mucho: algunas tienen 60GB, otras 40GB y otras solamente 20GB. Aunque en un principio esa cantidad de almacenamiento parecía enorme, los juegos se volvieron más complejos y esto hizo que este aspecto se volviera cada vez más restrictivo. El hecho de que los juegos almacenen información en el disco a medida que se juega también resulta un factor que a la larga resta capacidad al equipo.
La creciente oferta de servicios audiovisuales a través de las consolas, que pronto ofrecerán la capacidad de grabar contenidos en el disco, es otro aspecto que hace necesaria una ampliación de la capacidad de almacenamiento. 

Discos externos o internos, esa es la cuestión
Si no quieres borrar continuamente la información del disco de tu consola y si además quieres mejorar su rendimiento, cambiar el disco duro de tu consola o añadir uno externo es una solución muy conveniente. Los precios varían enormemente según la marca, la capacidad y si son nuevos o usados. Uno de 500GB puede costar 50€, mientras que hay algunos de 8TB a 340€.
Es importante recordar el formato del sistema de archivos. Tanto la Xbox 360 como la PS3, incluida la PS3 super slim, utilizan la norma FAT32. Formatea tu nuevo disco según esta norma para que funcione correctamente con tu consola. Los discos externos se conectan a través de un cable USB y requieren una configuración sencilla a través de los menús de pantalla.
En cambio, para instalar un disco duro interno nuevo necesitarás un conocimiento técnico más profundo, pero si te tienes confianza, ¡adelante!